Ahora lo vivo de forma distinta. Cuando empezamos a planear vacaciones, al principio sólo veo dificultades: vuelo largo, habitaciones sin adaptar, calles empedradas, edificios de difícil acceso… Me cuesta ilusionarme e involucrarme, decidir rutas y hoteles; me parece que lo mejor es lo cotidiano y conocido.
Menos mal que Manuel es un todoterreno y además un organizador nato. Este año quería un viaje-viaje, y no es de los que se dan por vencidos fácilmente (ni difícilmente tampoco). ¿El destino?: Colombia.
Organizar un viaje con una silla de ruedas no es tarea apta para aficionados:
– Se caen destinos. Por diferentes causas, la gente se echa atrás al ver las dificultades, o directamente te dice que es imposible (no nos conocen, claro)
– Volar con silla y con ayudas técnicas supone tener que dar a la aerolínea un montón de información adicional sobre medidas, tipo de batería, etc, etc, etc – Todo para que cuando llegues a facturar te digan que los datos están mal introducidos y que necesitan una nueva autorización, que la persona que la da no está y blablablablaaaaaa
Esto te sirve tanto para vuelos internacionales con grandes compañías como para vuelos internos. Los problemas se multiplican por el número de aviones que hay que coger.
Y eso que Manuel ha perfeccionado tanto el procedimiento que hasta incluyen los datos en el billete electrónico (aquí la muestra)
– Buscar hotel con habitación adaptada es una odisea: los hoteles no distinguen entre habitación accesible (la silla entra por la puerta) y adaptada (la persona con movilidad reducida puede utilizarla de forma independiente). Hay que comprobar también dónde están situados. Hay que llamar, pedir fotos, hacer sugerencias, volver a llamar, a comprobar…
– Los medios de transporte locales (según el destino) no están adaptados; así que consigue coches que sean cómodos para subir y bajar y además amplios para que quepamos con todos nuestros complementos.
– Organizar el itinerario teniendo en cuenta tiempos de viaje entre ciudades (y estado de las carreteras), periodos de descanso, sitios de interés (verificar si éstos son o no accesibles).
– En estos aspectos se puede dejar poco espacio a la improvisación. Ya se presentarán solitas las oportunidades…
Pues Manuel ha hecho todo esto y más. Meses de preparación, de contactos con una agencia de viajes local, Aventure Colombia http://Aventurecolombia.com/es , con Nathalie y Angel a la cabeza. Correos, conexiones vía Skype, consultas en páginas web, a conocidos que conocían el país, documentales… todo valía para planificar nuestro viaje perfecto.
¿Y yo? Bueno, al principio ayudaba a elegir entre un hotel y otro, daba mi opinión sobre alguna actividad… pero me costaba mucho, Colombia era nuestro primer destino en un país no desarrollado, con las dificultades que ello implica. Y de nuevo aparece el desaprender/aprender: me ha costado volver a ver lo que era y ya no soy, lo que podía y ya no puedo, lo que quería y no me atrevía a volver a querer.
Pero Manuel lo ha querido por los dos. Se ha colocado el mundo por montera, ha solucionado las dificultades que ha podido a priori, y para el resto ha puesto la confianza que tiene en nuestras capacidades, y, sobre todo, en nuestras ganas.
Y el viaje ha sido perfecto.
Y hemos pasado a baños por puertas en las que sólo cabía la silla con una sola rueda, y nos han subido en volandas escalones para ver esculturas precolombinas policromadas, y hemos montado en barcas «Johnson» para visitar ciénagas del río Magdalena, y hemos superado viajes de 12 horas en coche y… Lo hemos intentado todo y hemos llegado hasta donde hemos podido… y de todo hemos disfrutado.
Y lo mejor, nos han quedado ganas de más. Ya estamos pensando en cuál puede ser nuestro próximo destino. Y esta vez lo organizaremos los dos, porque a mí me han entrado de nuevo ganas de comerme el mundo, pero en origen.
Porque no sé dónde están nuestros límites pero sí que intentaremos ir siempre más allá.
Y porque sé que juntos lo podemos todo.
Sois unos crackksssss!!!!
Solos no somos nada y en este viaje se ha demostrado de nuevo… ¡somos un gran equipo!! 😘😘😘
Tienes razón Cristina, los límites no nos los ponen las circunstancias de la vida, los límites nos los ponemos nosotros.
Enhorabuena, sois admirables!!
A veces es tan difícil verlo..menos mal que siempre encontramos una ayudita.. 😘😘😘
Una de las cosas que me encantan de vosotros es que no conocéis límites, no os ponéis barreras, todo se puede intentar. Admiración profunda y orgullosa de la pedazo de hermana que tengo. Feliz de verte feliz y disfrutando. Y mira que me daba un poco de miedito este viaje, pero ver tu sonrisa y saber que no puedes estar mejor acompañada, borra los miedos de un plumazo. No sabes la fuerza que nos das a los demás. Te quiero, muuuaks
Es verdad que no puedo estar mejor acompañada, pero no sólo en los viajes.. mis compis de vida no pueden ser mejores. Gracias graciaa por toda esa fuerza que me dais (y sin necesidad de galletas 😉). ¡No podría tener una hermana mejor!!! Love love loveeee 😘😘😘😘
Me emociona ver cómo con AMOR todo se puede, las puertas se ensanchan, las escaleras se hacen ascensores y los paises pasan de subdesarrollo a simplemente países.
Me encanta leerte feliz, me ilusiona que te enganches a viajar de nuevo.
Y vuelves a compartir con nosotros que las únicas barreras que existen están en nuestro coco!
Besos bonita!😘
Volver a disfrutar de lo que te gusta y, como bien dices, hacerlo con AMOR, ¡te devuelve a la vida!! Gracias por seguir acompañándome 😘😘😘
te iba a decir lo mismo que te dice tu hermana…… tengo unas hijas maravillosas, sigue asi que no se te ponga nada por delante, este mundo es de valientessssssssssssssssssssssssssssssssss te quieroooooooooooooooooooooooooooooooooo
Como siempre digo: de dónde habré sacado yo la fuerza, ¿eh? Mamita dulceeeeeee 😘😘😘😘
A mi me pasa igual. Me cuesta mucho arrancar, pero una vez que estoy en marcha ya no tengo fin. Enhorabuena por tu viaje y que sigas asi. Un besazo.
Menos mal que cuando falla el motor de arranque, tenemos repuesto a mano, y del bueno!! Besos
Me emocionas! ;). sin palabras
Tal cual 😘😘😘
Enhorabuena por haber realizado ese superviaje. Yo también soy sillera y sé de las dificultades. Un saludo
¡Gracias compañera sillera! ¡A seguir superando dificultades!