VUELTA A MOTHER AFRICA

Lo que se ve

¿Cuántas emociones caben en unas horas? ¿Cuántas caben en un cuerpo frágil con lesión medular? ¿Cuántas pueden digerirse sin que este cuerpo colapse? ¿Cómo compartirlas?

No hace 24 horas que estoy en Ghana. Nada más aterrizar, esperando que me sacaran del avión, Africa se me presentó de nuevo, cuando el encargado del aeropuerto se acercó a mi asiento y me preguntó: «madam, can’t you walk small? (No puedes andar un poco?)»…. Le venía mal al hombre que no pudiera acercarme sola a la puerta….. Luego los encargados de «movilidad», charlatanes y risueños… Las maletas apiladas en un rincón, el control de pasaportes, el aduanero que no te registra el equipaje porque el tipo que te acompaña es amigo, las propinas a diestro y siniestro, la oferta de taxis, el olor, el colorido, la humedad, el calor….vuelves a recordar porqué viniste a Africa, porqué te gustaba estar aquí, porqué era tan duro….

Ana, mi gran sonrisa africana, me esperaba con unas flores. Casi me desmorono. Pero no lo hice. Y seguí adelante, y circulé por una ciudad tan conocida y tan diferente. Y luego apareció William, aydiosmiomadammadammadam!!! Y seguí adelante. Y apareció Grace, ayayayayayyyyyyy. Y seguí adelante. Miran mis piernas. Miran mi silla. Les duele. Les duelo. Hablamos de una cosa y de la otra. Y al final puede la alegría del reencuentro. He vuelto. Estoy aquí de nuevo. La bala no me ha podido. No me ha parado. Estoy en Africa.

Después de un sueño reparador hemos quedado con Ana. Siguen las emociones. Paseo en coche por Accra. Un montón de nuevas construcciones y un montón de viejos conocidos… Osu, Liberation Road, el Accra Mall (tantas tardes tontas de ir a comprar allí), el semáforo donde me he parado tantas veces, Abelempke a la derecha y Dzorwulu, mi casa a la izquierda. Ufffff hemos pasado de largo, hemos seguido por Achimota ¿cuántas y cuántas veces habré recorrido Achimota?, la calle de la antigua oficina, el sitio donde compraba el café y la muffin antes de ir a la ofi, el puesto de la fruta, la oficina comercial de la embajada española, el 37 hospital, de terribles recuerdos, palacio presidencial…….vámonos a la playa….

En Africa todo es imposible y posible a la vez. Las barreras arquitectónicas son tremendas, pero siempre hay brazos dispuestos a ayudar, subir, bajar, cargar, mover….

He pasado un día precioso, compartiendo con Ana y Manuel recuerdos, sensaciones, nuevas adquisiciones (han abierto una heladería maravillosa en Accra!!! – y si vas en silla de ruedas te dan a probar de casi todos los helados!!!), hemos sufrido baches, arena de playa, «sorry no hay grilled chicken», hemos compartido unas super star, hemos disfrutado del mar, su olor, su sonido, no conseguimos entender la suciedad y la dejadez…hemos vivido un día en Africa..

Cuesta verse en un entorno en el que te has manejado sin problemas y que ahora es tan difícil. Como siempre, respirar hondo y olvidar el pasado, enfrentarte con nuevos ojos y disfrutar de esta nueva oportunidad. Casi nada.

No puedo expresar todo lo vivido, todo lo sentido, las emociones, los recuerdos, las novedades. Según he llegado a casa se me ha caído el cansancio encima, pero necesitaba escribir, sacar, escupir, compartir…y no puedo expresarlo, pero ahí está. No puedo cargar fotos nuevas, y me gustaría enseñar tantas cosas…

Tengo el cuerpo molido. Son las 9 de la noche y creo que podría dormir hasta mañana. Me siento bien, pero vapuleada. He vuelto. Ha sido un largo y duro camino, pero aquí estoy.
Definotivamente, hoy ha sido un gran día.