Te has enfrentado cara a cara con la muerte y has salido victoriosa, has pasado 9 meses superando una lesión medular, superándote a ti misma…. y te repites una y otra vez que ya no hay nada que pueda contigo……..
¡¡¡NI DE COÑA!!!
El miedo no desaparece nunca, es un enemigo al que hay que enfrentarse todos los días, algunos incluso varias veces. También tenemos a nuestro amigo y compañero el dolor neuropático, intentando influir en nuestras decisiones, nuestros planes, nuestra forma de vida. La lucha continúa….
Por eso, cuando te levantas con la tripa un poco descolocada y tu amiga Bea te propone ir a ver a Gemma en su recién ampliado bar, tú no piensas:»genial, hace siglos que no estamos las tres juntas», no, tú piensas cosas tan positivas, entretenidas y constructivas como:
«Y ¿cómo me voy a sondar?»
«¿Y si tengo un «accidente» estando la tripilla asustá?»
«Luego tengo teatro, ¿y si no llego a tiempo? Yo ya no puedo ir corriendo de acá para allá»
«¿No voy a descansar un momento? No voy a poder con la espasticidad después…»
……..
Menos mal que me aburro de oirme…..
¿Qué hacer? Respirar hondo y dejarte llevar por tu amiga, dejarla que te ayude a superar todos esos miedos, y salir de casa y disfrutar de tus amigas y de los fabulosos pintxos del bar de Gemma, y de sus niñas….y si pasa algo ya lo iremos solucionando….aunque cueste dar un paso atrás….
Y luego voy al teatro, y ese sitio mágico que he disfrutado tantas y tantas veces se convierte en un lugar donde el dolor y la incomodidad cobran protagonismo. Con la luz apagada, a veces los estímulos que llegan del escenario no consiguen mitigarlos, o no ayudan a que te distraigas y puedas olvidarlos. Si los dejas se apoderan de ti, se convierten en protagonistas de una obra paralela, mucho más cansina, aburrida, pero real….
Y cuando sales del teatro tu chico comienza a hablar de la fantástica obra que acabas de ver (en esta ocasión al Piccolo Teatro di Milano), y te hace revivir los momentos que has disfrutado, y le da la vuelta a aquéllos en los que has conectado con el dolor más que con los actores, y te hace vivirlo de nuevo, y le pegas una segunda vuelta y descubres nuevos matices..
Y tu chico señala un bareto de los de toda la vida y te sugiere una cañita con tapa….y tú que pensabas en tu dolor, tu rigidez muscular, tus ganas de llegar a casa.. te dejas convencer y al rato estás disfrutando de su compañía y de una tosta de anchoa riquísima, de unos bígaros, de una morcilla espectacular…..
Si lo intentas, el dolor y el miedo pueden pasar a segundo plano, a veces incluso puedes olvidarlos. Hay días en los que se convierten en protagonistas y no hay forma de echarlos, pero al día siguente hay que volver a intentarlo.
Aparecerá el dichoso click, también en esto….¿???
Ojalá el hecho de haberme enfrentado a situaciones tan duras me liberara del miedo a todo aquello menos «radical». Esas vivencias ayudan a relativizar, a quitar importancia a muchas cosas que antes parecían tenerla, a dársela a otras que habíamos dejado de lado…..pero ganando una batalla no se termina la guerra….hay que seguir venciendo al miedo, aprendiendo a convivir con el dolor, poco a poco, como todo en la lesión medular….
Tengo suerte, tengo fuerza, y mucha, pero no serviría de nada sin todos aquéllos que tiran de mí, que me hacen ser la Cristina que era antes, incluso una versión mejorada de la misma, los que me ponen el miedo delante y me cogen de la mano para vencerlo juntos. Yo soy fuerte, pero sin mi gente no sé si tanto como para vencer todos los miedos que surgen cada día. Como dice José Mújica, presidente de Uruguay, «sólo estás vencido cuando dejas de luchar».
A tirar del carro pues…
cristina, a mi una psicologa me enseño otro que es parecido:
«si luchas , puedes perder,
si no luchas , estas perdido».
la cantidad de veces que lo llevo en mi cabeza.
a por ello!
Me lo apunto! Gracias Raquel!
Esta es mi hija, la vida es así desde que nos levantamos hasta que nos vamos a la cama es una continua lucha para todos ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ pero tu tienes que seguir así eres nuestro espejo y no te puedes permitir el lujo de tener miedooooooooooooooooooo ni naaaaaaaaaaaaaaaaaaaa guapaaaaaaaaaaaaaaa te quieroooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Mamiiiiiiiiiiiiiii
Me encanta tu blog!! A los miedos hay que plantarles cara,asi que,sigue luchando!!!!! muuuuaks
Cuento contigo!
Para todo lo que quieras!!!
Todos sentimos miedo cada poco tiempo, es algo normal en la vida cotidiana, vale que tu vida no es tan cotidiana como la nuestra, pero los miedos a tomar por culete!!! Y aúpa Atleeeeetiiiiiiii!!!!
Espero que mi vida sea tan cotidiana como todas, con miedos incluidos……
No sabes hasta qué punto me emociona leerte. Has conseguido arrancarme alguna lágrima. Y esta vez no ha sido la médula como digo yo. Un abrazo
Por cierto: invité a Virginia a visitar Salamanca. Le dije que la invitación se hacía extensiva a ti. Guía tenéis y una invitación a comer que veo que eso te gusta poco. Y cuento con Manuel
Cómo no nos vamos a emocionar, si compartimos tantas y tantas cosas…..por supuesto acepto la invitación encantada, eso emociona….y mucho!!! Un beso fuerte
y es que sí, lo que te puede amargar el día un dolor! estos días que estoy con la lumbalgia que ya no sé ni como ponerme, estoy insufrible. Bueno, tampoco tanto jajaja. Pero no podía hacer ni rehabilitación, ni aguantar en clase…en casa me aburría…ufff.
Parece que sólo es no andar, eh? Más paciencia, más poco a poco…. Conseguiremos pasar por ello sin apenas darnos cuenta, seguro…