El 1 de febrero, de madrugada, hacía un año de….escribí acerca de esto hace dos días, pero no lo escribí todo (nunca lo hago), esa noche pasaron muchas más cosas, y al día siguiente también….
Dejando mi ombligo a un lado, el 1 de febrero es el aniversario de cuando William me me metió en un taxi camino de un hospital y localizó a Tom al teléfono, que comenzó a llamar a quién pudiera ayudarme
También de cuando Juan Luis me dijo al oído «Cristina, cariño, estamos aquí, tranquila», y yo pude desmayarme, que era lo que me pedía el cuerpo.
Ese día Curro, Paco, Fran, Esther (no puedo dar todos los nombres, pero fueron tantos….) se pegaron por donarme su sangre, por conseguir dinero en efectivo, por conseguir una ambulancia, por trasladarme, por que llegara un avión medicalizado, por….salvar mi vida…
Ese día Arancha no podía dormir y llegó a horas intempestivas a la oficina, para ver qué podía hacer, para ver cómo comunicarlo…más tarde mis niñas (Junkal, Galván, Birgitt) y gente cercana en la ofi no pudieron concentrarse en nada, no daban crédito, intentaban recordar cómo rezar por mí..
Ese día mi familia vivió pendiente del teléfono, aprendiendo palabras como «médula», «salvoconducto»….
Ese día, el 1 de febrero de 2013, Elena estaba de baja por un cáncer de vejiga, un cáncer de mal pronóstico, agarrándose a la vida con uñas y dientes y soportando estoicamente los efectos de la quimio. En cuanto supo lo que me había pasado dijo «quietos paraos todos, de esto me encargo yo!» Ella sabía que yo sólo pondría a mi familia en sus manos, así que agarró el ordenador en casa y organizó vuelos, hoteles….todo para que mi gente no sufriera ni un poquito por nada que no fuera yo. Y lo consiguió.
SON COSAS QUE NO SE OLVIDAN
El 1 de febrero de 2014, mientras mi ombligo y yo «celebrábamos» nuestro aniversario, Elena perdía la batalla contra el cáncer, dejando solos a su marido y dos hijos, y un recuerdo imborrable en la memoria de los que tuvimos la suerte de conocerla.
Ahora me dicen que el 1 de febrero es un día fatídico, no quiero creerlo. 3 de las personas que más quiero nacieron un 23 de marzo, es una fecha que me encanta, pero…¿quién me dice que no es la fecha en la que nació mi atracador también? Son sólo fechas en un calendario.
El 1 de febrero han pasado cosas terribles, pero también maravillosas. Prefiero quedarme con las últimas, y con la lección de fuerza y espíritu de lucha de Elena. In memoriam.
😦
Hola querida Cristina:
He llegado a ti por casualidad, buscando. Y gracias a tu blog te he conocido. Sigue escribiendo y transmítenos un poquito de tu alma porque estoy segura de que has conseguido ayudar a muchos que pueden andar perdidos…. Mucha fuerza.
La vida va poniendo piedras en el camino pero también, afortunadamente, ángeles como Elena. Seguirá siempre contigo
No tengo palabras, sólo lágrimas en los ojos y pienso que duro ha sido todo!! y aún así te veo sonriendo y luchando, peleona……en esencia tú. Gracias amiga!