Por fin los doctores de Madrid me dicen que me trasladan a Toledo. En el estado en que me encuentro es evidente que ni yo he preguntado ni nadie me ha contado el alcance de mi lesión, así que estoy feliz, unos meses en Toledo trabajando duro y ale, a volver a la vida!!
Nada más llegar a la planta, un auxiliar me comunica que ese camisón que llevo es un estorbo y tiene que ir fuera «aquí todos están desnudos» me dice, y claro, yo no tengo ni fuerzas ni argumentos.
Ahora estoy, desnuda, en una planta del HNP, tengo una herida en la espalda que supura líquido cefalorraquídeo y no puedo incorporarme en la cama, llevo una sonda vesical permanente para la orina y los celadores y auxiliares entran cada 3h para cambiarme de postura: mirando a la ventana o mirando a la pared. Me espera un mes así, pidiendo a los dioses que la herida cierre y no tenga que volver a pasar por quirófano y respirando hondo para no agobiarme ni agobiar a mi familia, sin pensar en que la rehabilitación se retrasa y eso puede ser importante, sin pensar que cada vez que toco mi cuerpo sin querer, doy un respingo porque parece que es un cuerpo extraño…
Sí fueron tiempos de incertidumbre pero nunca perdiste la sonrisa de tu cara
Y los Dioses te oyeron!!!…muchos o sólo uno? Matiza que a mama le hará ilusión!!! Jajaja te quiero.