– momento en el que oí la voz de mi jefe diciéndome que ya estaban ellos por allí (por fin podía desmayarme!!!)
– momento en el que un médico guapo, simpático, italiano, me dijo que había un avión esperando para llevarme a casa, a España!!
Gracias a la diosa morfina, el recuerdo de mi periplo por hospitales de Accra es vago y aún así doloroso. Sólo recuerdo con cariño el baile de caras conocidas, dando calor en una situación tan tan dura. Tiempo después me he enterado de todo lo que tuvieron que luchar por poder trasladarme, donarme sangre, hacer que me la pusieran, conseguirme pruebas, el avión….hay unos cuantos a los que les debo seguir viva, espero estar a la altura…
Q duro ha tenido q ser…yo sabia x raquel, todos los dias me acuerdo te ti y se x tu forma d ser «envidiable» q cualquier cosa q te propongas la vas a conseguir MUCHOS BESOS yANIMO
Sólo de leerlo duele y mucho, pero estas aquí y te quiero más que nunca…
Revivimos contigo cada segundo y damos gracias por tenerte con nosotros. Sigue enseñándonos. Besos Mariajo
Es cierto. Cuando vuelves la vista atrás recuerdas a un montón de gente que luchó para que siguiéramos aquí. En mi caso mi periplo comenzó en la carretera con una médico que venía de vacaciones y siguió por Valladolid hasta llegar a Toledo.¡Cuánto esfuerzo, trabajo, dedicación y amor pusieron todos en mí! Todas las historias esconden una intrahistoria. Un abrazo
Miguel Ángel